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¿Qué es el alfajor argentino?

Alfajor argentino: Descubre las variedades de este clásico.

El alfajor no es denominado explícitamente como un postre en Argentina, porque es más bien el compañero dulce apto para cualquier momento; esperando el bus, de merienda en el cole, con el café después de comer, ni que hablar para el mate, el dúo perfecto.

Este símbolo de la cultura y tradición argentina se compone por dos tapas de masa que pueden ser suaves estilo galleta, de bizcocho o crujientes, una arriba y otra abajo,  y en medio rellenos con un generoso corazón de dulce de leche. Aquí juega la creatividad de cada pastelero/a, pero se abre una amplia gama de coberturas: puede ser bañado en chocolate negro o blanco, espolvoreado con azúcar glas, o incluso disfrutarse sin cobertura para resaltar su sabor puro y auténtico.

¿Cuál es el origen del alfajor argentino?

El alfajor tiene una historia fascinante que se remonta a las raíces árabes. Llegó a América Latina a través de España, pero fue en Argentina donde evolucionó hasta convertirse en el ícono infaltable de la repostería.

Con el paso del tiempo, los argentinos adoptaron este dulce y lo reinventaron, añadiendo el dulce de leche como su relleno estrella y creando múltiples versiones que hoy en día son reconocidas a nivel mundial.

¿Cuáles son las variedades más clásicas de alfajores argentinos?

Alfajor de maicena: Este clásico se destaca por su textura suave y delicada. No lleva cobertura, pero su toque especial viene dado por el coco rallado que rodea sus bordes, complementando el dulce de leche con un sabor único y delicioso. En el país de origen, es casi una ley tácita entre argentinos que se acompaña con mate. 

El alfajor de chocolate es, sin duda, la versión más popular y moderna de este icónico argentino. Su irresistible cobertura de chocolate, ya sea negro o blanco, no solo le da un toque de elegancia y sabor intenso, sino que también lo convierte en el favorito de niños y adultos por igual. Cada bocado es una combinación entre la suavidad de las tapas de masa, el dulce de leche cremoso en su interior y el contraste de la capa de chocolate que se derrite en la boca.

Esta versión ha traspasado fronteras, conquistando mercados internacionales y posicionándose como un símbolo de la repostería argentina. Su versatilidad lo hace perfecto para acompañar un café, como un regalo especial o simplemente para disfrutar en cualquier momento del día.

Otra de las versiones más tradicionales del alfajor argentino es el regional con un acabado glaseado. Este alfajor, que suele encontrarse en las provincias del interior del país, conserva la esencia más auténtica de la repostería artesanal. Sin chocolate, pero cubierto generosamente de un glaseado brillante y suave que le da un toque dulce y una textura ligeramente crujiente al morder. Este, elaborado con azúcar y claras de huevo, envuelve las tapas de masa y el dulce de leche en su interior, creando un equilibrio perfecto entre sabor y textura.

Descubre toda nuestra variedad de alfajores argentinos y postres con dulce de leche.